Nueva York, EU.- Joaquín Guzmán Loera pasará el resto de su vida en una prisión de máxima seguridad en Estados Unidos.
El narcotraficante mexicano fue condenado a cadena perpetua por narcotráfico, más 30 años de prisión por violencia con armas y 20 más por lavado de dinero.
El juez Brian Cogan le impuso esta mañana la condena y la sentencia no fue sorpresa, sino lo esperado, luego del juicio de 11 semanas.
“El Chapo” tuvo derecho a hablar antes de conocer el fallo judicial, momento que aprovechó para criticar su reclusión en EU, desde la extradición.
Una tortura psicológica, emocional y mental durante 24 horas. Y el juicio fue injusto.
Los resultados del juicio
Guzmán, de 62 años, fue condenado en febrero por varios delitos de conspiración en un enorme caso de narcotráfico.
El veredicto de culpabilidad tras un juicio de 11 semanas conlleva lo que el gobierno describe como una sentencia muy justificada de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Las pruebas mostraron que el Cártel de Sinaloa, a las órdenes de Guzmán, pasó de contrabando a Estados Unidos enormes cantidades de cocaína y otras drogas durante sus 25 años al mando, según indicó la fiscalía en documentos judiciales resumiendo el juicio.
Su “ejército de sicarios”, añadieron, tenía órdenes de secuestrar, torturar y asesinar a cualquiera que se interpusiera en su camino.
La defensa alegó que Guzmán era víctima de un montaje de otros traficantes, que se convirtieron en testigos del gobierno para conseguir sentencias más suaves en sus juicios.
Desde su extradición en 2017, “El Chapo” ha estado aislado en su mayor parte del mundo exterior.
Los expertos dicen que “El Chapo” probablemente terminará en la prisión «Supermax» del gobierno federal en Florence, Colorado, conocida como la «Alcatraz de las Rocosas».
A la mayoría de los reclusos de Supermax se les da un televisor, pero su única vista real del mundo exterior es una ventana de 10 centímetros. Tienen una interacción mínima con otras personas y tienen todos sus alimentos en sus celdas.