Como integrante de la LIX Legislatura de la Paridad de Género deseo externar mi completo apoyo a las alumnas y alumnos de la escuela, Enrique Corona Morfín, quienes en los últimos días se han manifestado dentro y fuera del plantel para denunciar casos de acoso de los que han sido víctimas.

En ambas protestas tuve la oportunidad de estar presente para respaldar a los estudiantes y me parece extremadamente grave que las mismas alumnas hayan pedido, el miércoles en su primera manifestación, que nos quedáramos a vigilar el desarrollo del proceso, al no confiar en que serían escuchadas por las autoridades de la escuela y que al contrario, habría represalias.

Durante la segunda protesta a la que fuimos citadas este jueves a las 9:00 de la mañana, nos dimos cuenta de que a los alumnos se les estaba impidiendo el paso a la explanada principal para que no pudieran llevar a cabo sus planes. Sin embargo, al final lograron burlar el cerco humano de maestros y unirse a un grupo de mujeres que se manifestaba afuera del plantel por las mismas causas.

Cuando mis compañeras y yo por fin pudimos entrar, las estudiantes nos comentaron que el director de lugar les reprendió por estar “bajando la calidad del lugar” y que algunos maestros tomaron medidas en su contra, por ejemplo, aplicando faltas o bajándoles “participaciones”.

Conscientes de nuestras facultades y competencias buscamos la intervención de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes. Además de que fuimos testigas de la rápida acción del Instituto Colimense de las Mujeres.

Por la tarde de este mismo jueves tuvimos una reunión con padres de los involucrados y las autoridades antes mencionadas, en la que se les explicó los pasos a seguir en el proceso, se resolvieron dudas y se les reiteró el respaldo.

Daremos puntual seguimiento a este caso, exhortaremos y entablaremos comunicación con las autoridades y funcionarios que sean necesarios para que esta problemática no caiga en simulaciones y se llegue hasta las últimas consecuencias. De igual manera, se propone formar dos líneas de acción: una que siga atendiendo las víctimas y otra que contempla mesas de trabajo en la que participen todos los invoclurados para dar seguimiento.

Lamentamos la posición de las autoridades de la secundaria que, de acuerdo a las alumnas, ha sido de completa omisión, al afirmarnos que desde hace dos años el titular del plantel conoce del acoso que padecen sus estudiantes, sin que se haya hecho nada al respecto.

Ante los rumores de que funcionarios de este plantel pretenden demandar a los medios de comunicación por su actuar, también me posiciono en contra, al considerar que gracias a estos se logró dar el realce y la presión necesaria al tema. Sin embargo, le pediría al gremio periodístico, de la forma más atenta, tener un actuar respetuoso para no vulnerar la identidad de las niñas, niños y adolescentes en este tipo de casos, así como evitar su revictimización.

Seguiremos dando acompañamiento y si así lo requieren asesoría jurídica a las estudiantes que deseen recibirla y acercarse al Congreso del Estado para ser respaldadas.

Reitero mi llamado a todas las mujeres que se encuentren sufriendo algún tipo de violencia: sientan la confianza de que en el Congreso local tienen una aliada que las apoyará.