El uso de insecticidas, plaguicidas y demás productos químicos
utilizados en el campo, está matando a las principales polinizadoras de
la naturaleza”, sostuvo la legisladora

Con la finalidad de proteger a las abejas, pues contribuyen a
salvaguardar la biodiversidad, la diputada única de Movimiento
Ciudadano, Ma. Remedios Olivera Orozco, propuso reformar la Ley
Ambiental para el Desarrollo Sustentable del Estado de Colima, para
prohibir la utilización de insecticidas o plaguicidas agrícolas que
contengan neonicotinoides y con ello dañarlas, toda vez que son las
principales polinizadoras de la naturaleza.

Con la reforma a la fracción VII del artículo 147 de la Ley Ambiental,
mencionó que se regulará la aplicación de fertilizantes y sustancias
tóxicas cuando afecten o puedan afectar mantos acuíferos, cuerpos de
agua, bienes de jurisdicción estatal o municipal y sistemas de drenaje y
alcantarillado.

En todos los casos, dijo, “se prohibiría la utilización de insecticidas
o plaguicidas agrícolas que contengan neonicotinoides.

En la exposición de motivos, la legisladora Remedios Olivera, argumentó
que la razón de la disminución de la población de abejas mexicanas se
debe a la destrucción de su hábitat y al uso indiscriminado de
agroquímicos, como los pesticidas.

Agregó que, en el peor de los casos, la fumigación excesiva de los
sembradíos mata a las abejas y cuando sobreviven, se encuentran tan
confundidas por el herbicida que no consiguen regresar a sus colmenas.

Sustentó que los científicos investigan desde hace años la desaparición
de las abejas y que han detectado más de una docena de factores
negativos que inciden por separado o en conjunto, “de acuerdo con dos
recientes estudios publicados en la revista Science señalan que el uso
extendido de los insecticidas neonicotinoides han afectado de forma
negativa a las colonias de abejas y abejorros”.

Agregó que esos pesticidas, introducidos a principios de los años
noventa del siglo pasado, se han generalizado para el control de plagas
en los cultivos de todo el mundo y que además los estudios revelan que
los productos químicos pueden afectar al sentido de la orientación, la
memoria o el metabolismo de las abejas”.

Olivera Orozco, expuso que, por esas razones, las abejas desaparecen en
todo el mundo desde hace décadas y, en los últimos años, el ritmo ha
sido acelerado, “la situación es mucho más grave que quedarse sin miel,
pues la mayoría de los alimentos que consumimos, o muchas plantas que
ofrecen servicios esenciales en los ecosistemas, no serían posibles sin
la polinización de estos insectos”.

Aseguró que si de manera sostenible se llevan a cabo las actividades
económicas se contribuirán a salvaguardar la biodiversidad, mantener el
equilibrio en la naturaleza y ayudar a mejorar la calidad de vida de las
personas, “por ello estamos obligados a contribuir con la naturaleza si
queremos sobrevivir en el planeta”.