España, Reino Unido, Francia y otros países europeos se sumaron este lunes al reconocimiento internacional al opositor Juan Guaidó como «presidente encargado» de Venezuela, tras expirar un ultimátum a Nicolás Maduro quien se negó a convocar nuevas elecciones presidenciales.

El primero en hacerlo fue España, cuyo presidente de gobierno, Pedro Sánchez, anunció que Madrid «reconoce oficialmente al presidente de la Asamblea de Venezuela [Juan Guaidó] como presidente encargado de Venezuela» para que organice elecciones «en el menor plazo de tiempo posible».

Después hicieron lo propio, uno tras otro, Reino Unido, Francia, Alemania, Austria, Suecia, Dinamarca, Portugal, Holanda, Lituania, Letonia y Finlandia.

Se unieron así a Estados Unidos, Canadá y una docena de países latinoamericanos del Grupo de Lima que ya respaldaban a Guaidó.

«La opresión del régimen ilegítimo y cleptocrático de Maduro debe terminar», señaló en un duro comunicado el ministro británico de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt.

Rusia, uno de los principales apoyos del régimen de Maduro, rechazó por su parte «los intentos por legitimar la usurpación del poder como una injerencia directa» de los europeos, según declaró a periodistas el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.

Guaidó se autoproclamó presidente interino el 23 de enero luego de que el Parlamento –de mayoría opositora– calificara a Maduro de «usurpador» por haber sido reelegido en unas elecciones cuestionadas dentro de Venezuela y por parte de la comunidad internacional.

España (con 165 mil de sus nacionales en Venezuela), Reino Unido, Francia, Alemania, Portugal y Holanda habían puesto el domingo como fecha límite para que Maduro convocara elecciones, o de lo contrario reconocerían a Guaidó, el jefe del Parlamento de 35 años.

Pedro Sánchez cede a las presiones de EU

El presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, finalmente cedió a las presiones de la administración de Donald Trump en Estados Unidos y decidió reconocer oficialmente como presidente “encargado” de Venezuela al líder opositor Juan Guaidó. El mandatario ibérico había dado un “plazo”  de “ocho días” a Nicolás Maduro para que convocara elecciones presidenciales, al asegurar que los últimos comicios no fueron legítimos, tal y como afirma también la Unión Europea.
En una declaración institucional desde la residencia oficial de la presidente, Sánchez aseguró que “hoy lunes, 4 de febrero, se cumplen ocho días desde que España, junto a otros socios europeos, instó al régimen de Maduro a la convocatoria de elecciones presidenciales libres, democráticas y transparentes.
Llegado este día, y sin que se haya dado paso alguno en esta dirección por parte del régimen de Maduro, el Gobierno de España anuncia que reconoce oficialmente al presidente de la Asamblea de Venezuela, al señor Guaidó Márquez, como Presidente Encargado de Venezuela”.
En su reciente visita a México, Sánchez intentó convencer al Presidente Andrés Manuel López Obrador para que también se sumara a su petición de elecciones anticipadas, fruto también de las presiones ejercidas desde la Embajada de Estados Unidos en España y desde el Consejo de Seguridad Nacional, desde donde se invitó al gobierno español a sumarse al golpe de Estado contra el presidente Maduro, según una versión del periódico El País.
El mandatario español aseguró en su declaración que “el Gobierno de España ha hecho pública, en reiteradas ocasiones, su defensa del multilateralismo como una herramienta indispensable para la resolución pacífica de los conflictos. Hoy quiero reiterar esta apuesta de forma expresa con hechos concretos.
En primer lugar, el Gobierno de España ha trabajado en coordinación con la mayoría de los países europeos, con nuestros socios europeos, con el objetivo de reconocer a Juan Guaidó como Presidente Encargado de Venezuela por consenso. En segundo lugar, el Gobierno de España ha mantenido comunicación diplomática constante con todos los países del entorno iberoamericano al amparo de un objetivo esencial: actuar en defensa de los intereses del pueblo de Venezuela”.
Y añadió que “no vamos a dar un, paso atrás en este empeño. España va a estar a la altura de lo que se espera de ella en este conflicto. El reconocimiento al Presidente Guaidó tiene un horizonte claro que también quiero subrayar y me parece importante: Unas elecciones que tienen que ser libres, democráticas, con garantías y sin exclusiones. Unas elecciones en las que los venezolanos decidan con su voz y con su voto su futuro. Sin miedos, sin presiones y sin amenazas”. 

Maduro desafiante

En una entrevista a la cadena española La Sexta divulgada el domingo, Maduro rehusó convocar elecciones presidenciales afirmando: «No voy a dar el brazo a torcer por cobardía frente a las presiones».

«Tratan de acorralarnos con ultimátums para obligarnos a ir a una situación extrema de enfrentamiento», denunció.

En este contexto, los cancilleres del Grupo de Lima se reunirán el lunes en Ottawa a las 14 horas GMT para ratificar su apoyo a Guaidó y evaluar nuevas medidas de presión a Maduro. El secretario de Estado estadunidense, Mike Pompeo, participará por videoconferencia.

De su lado, el presidente estadunidense, Donald Trump, reiteró el domingo que el uso del ejército en Venezuela es «una opción».

Pero Maduro, respaldado por China y Rusia, asegura que Washington usa a Guaidó de «títere» para asestarle un golpe de Estado y apoderarse de la riqueza petrolera venezolana.

Guaidó prepara un dispositivo de llegada de ayuda humanitaria al país. El plan, según Guaidó es reunir la ayuda internacional en «tres centros de acopio» de medicinas y alimentos en los vecinos Colombia y Brasil y en una isla caribeña, y exigir a los militares que dejen entrar esa ayuda.

La entrada de ayuda extranjera es considerada por Maduro como la puerta a una intervención militar de Estados Unidos.

Ante la ayuda inicial por 20 millones de dólares ofrecida por Washington, Maduro tildó a los opositores de «mendigos del imperialismo».

Crisis económica 

El conflicto político en Venezuela se vive en medio de una severa crisis económica, con hiperinflación y escasez de alimentos y medicinas, que provocó el éxodo de unos 2,3 millones de personas desde 2015, según la ONU.

La petrolera PDVSA está en default y su producción en caída libre, estrangulada ahora por sanciones de Estados Unidos que embargarán la compra de petróleo venezolano a partir del 28 de abril.

Tratando de parar la arremetida de Guaidó, Maduro impulsa ahora adelantar de 2020 a este año las legislativas, apostando a que la oposición pierda el único poder que controla.

Mientras, Guaidó ofrece amnistía a los militares intentando volcar la Fuerza Armada, principal sostén de Maduro, que empieza a mostrar fisuras, como el sábado, cuando un general de la Aviación Militar se convirtió en el uniformado activo de mayor rango en reconocer al opositor.

Grupo de contacto 

Buscando una salida pacífica a la crisis, un grupo de contacto internacional integrado por la UE y cuatro países latinoamericanos (Bolivia, Costa Rica, Ecuador y Uruguay), anunció una primera reunión el jueves en Montevideo.

Maduro quiere que de allí «surja una mesa de diálogo». Pero el líder opositor dice que no se prestará a diálogos «falsos» que den oxígeno al régimen.

Tras dos multitudinarias manifestaciones, el opositor afirma que seguirán las protestas «hasta que cese la usurpación» –sin descartar que se dirijan al palacio presidencial de Miraflores– y anunció una marcha para el 12 de febrero.

(Con información del periódico La Jornada)