La Diputada Ma. Remedios Olivera Orozco presentó en tribuna del Congreso
del Estado de Colima una iniciativa para reformar el Código Penal de
Colima y establecer el acoso cibernético como delito.
La legisladora única de Movimiento Ciudadano recordó que hace unos
meses, su homóloga del Grupo Parlamentario de Morena, Blanca Livier
Rodríguez Osorio, presentó una iniciativa que consideraba el ciber acoso
como un delito a insertar en la legislación colimense y a la fecha no se
ha dictaminado.
“Su servidora retoma el tema para proponer a esta Asamblea una
iniciativa para reformar el segundo párrafo del artículo 119; el
capítulo IV denominado hostigamiento sexual y acoso laboral, para quedar
como hostigamiento sexual, acoso laboral y acoso cibernético, y
adicionar el artículo 152 Bis 1 al Libro segundo, sección primera,
título segundo de dicho Código Penal”.
Remedios Olivera dijo que el objetivo de esta reforma es desalentar el
acoso en los medios digitales que ponen en riesgo la seguridad e
integridad de las personas, de manera especial de las mujeres y niñas
que están mayormente expuestas a este tipo de delitos, sin dejar de lado
los casos que se puedan generar en personas de cualquier edad y género.
Añadió que las redes sociales son una herramienta de gran utilidad para
un sinnúmero de situaciones, pues facilitan la comunicación en muchos
sentidos; “sin embargo, hay personas que utilizan estas plataformas
digitales para hostigar a los demás con algún fin perverso”, dijo.
Olivera Orozco expuso que en la mayoría de los casos el acosador se
esconde en el anonimato a través de un nombre falso y esta circunstancia
hace que su víctima desconozca la identidad de quién realmente es la
persona que lo hostiga.
“Me parece preocupante que no se legisle en esa materia, ya que por la
utilización que se da a las redes y plataformas digitales, cualquier
persona puede sufrir este tipo de acoso, estimó la Diputada local
Movimiento Ciudadano.
Remedios Olivera puso de ejemplo un caso que se hizo público hace unos
meses, cuando una empresa supuestamente comunicadora, hizo un reportaje
de una presunta red de prostitución y trata de personas en el puerto de
Manzanillo, y para documentar su reportaje, usó perfiles de personas
colimenses sin su consentimiento.
Es decir, se plagiaron imágenes de personas honorables que nada tienen
que ver con el tema de la trata, afectando con ello la imagen de las
personas y poniendo en riesgo la seguridad de sus personas.